Clivia miniata

Clivia miniata

La Clivia es una planta que puede llegar a casi 50 centímetros de altura cultivada en macetas, aunque en el exterior  forma matas de casi un metro

Otros nombres

Clivia vermillon, Clivie vermillonne, Lis de Saint Jospeh, Kaffir Lily, Bush Lily

Familia

 Las Clivias pertenecen a la familia de las Amaryllidaceae.

Origen

 Su origen hay que buscarlo en Sudáfrica.

Descripción

La Clivia es una planta que puede llegar a casi 50 centímetros de altura cultivada en macetas, aunque en el exterior  forma matas de casi un metro de altura.

Aspecto herbáceo gracias a sus hojas largas, estrechas , planas, carnosas y de color verde aunque hay variedades variegatas ( vede y blanco ).

Las hojas nacen de la tierra sin tallo leñoso, más bien un tronco engrosado, como un rizoma, juntas en la base y se van separando como un abanico.

Las raíces son gruesas, de color claro. Aparecen en gran cantidad y forman un cepellón muy denso pudiendo llegar a deformar la maceta si es de plástico.

Las flores aparecen al inicio de la primavera sobre unos tallos gruesos, de forma cilíndrica. Pueden ser blancas, rojas o anaranjadas  aunque siempre con el centro de la flor de color más claro.

Tienen un aroma agradable. Tras la floración la planta produce unas bayas, inicialmente de color verde aunque van volviéndose de color rojo al madurar.

Mantenimiento

Las Clivias se cultivan en interior al menos en Otoño e Invierno aunque en zonas cálidas se plantan en el jardín a media sombra.

Forman matas densas y con largas floraciones. Al principio el sol puede producir quemaduras en las hojas pero poco a poco la planta se va acostumbrando siempre que la insolación no sea excesiva.

Si se colocan en el exterior en el invierno en mi zona norte de España, las heladas, siempre que no pasen de moderadas hacen que la parte aérea desaparezca volviendo a rebrotar en Primavera.

Si las cultivamos en maceta hay que elegir recipientes no muy grandes pues las floración son mayores cuando las raíces tienen casi totalmente invadida la tierra de la maceta.

Si durante el invierno espaciamos mucho los riegos, esta falta de humedad hace que en la Primavera la floración sea más bonita. Durante el  resto del año debemos regar cada vez que notemos al tacto que la tierra se va quedando seca. Las hojas hacen el papel de depósitos de agua y esto le permite pasar el Invierno con largos períodos de sequía.

Las hojas se han de limpiar de vez en cuando con un paño para quitar la capa de polvo;  no son aconsejables los abrillantadores.

El sustrato más adecuado es tuba de calidad con algo de mantillo, es decir, fértil  y que drene con facilidad. Los abonos no son muy necesarios pero cada mes o mes y medio es conveniente aportar un abono rico en microelementos.

Multiplicación

 La reproducción por semillas tiene el inconveniente en que las plantas así obtenidas tardan mucho en dar flor mientras que la división de mata no tiene este problema y para ello se pueden aprovechar las pequeñas plantas que nacen de la base.

También se puede reproducir por esquejes de raíz.

Plagas y enfermedades

El mayor problema que podemos ver es la cochinilla algodonosa que se elimina fácilmente con alcohol.

Curiosidades

Esta planta se descubre en 1850 y tras su llegada a Europa se cultivó mucho en Inglaterra; el nombre le viene de la duquesa de Northumberland, Charlotte Florentine Clive.     

En su lugar de origen y sobre un lecho de rocas, esta planta con su abundante sistema radicular se puede comportar casi como una planta epifita.