Aloe ferox

Este Aloe puede llegar a los tres metros de altura,tiene las hojas anchas, triangulares y largas pueden , más o menos curvadas

Otros nombres

Aloe feroz, Aloe del Cabo, Aloe subferoz, Aloe perfoliata, Aloe horrida

Familia

Esta planta pertenece a la familia de las Asphodelaceae o Aloaceae aunque hace tiempo se les incluía en la familia de las Liliaceae.

Origen

Es originaria de Sudáfrica.

Descripción

Este Aloe puede llegar a los tres metros de altura.

Tiene las hojas anchas, triangulares y largas pueden , más o menos curvadas.

Hojas de color verde o verde azulado, los bordes con fuertes espinas de color rojizo.

Inicialmente, en ejemplares jóvenes no se aprecia tronco y la planta forma una roseta a ras de tierra pero a medida que crece y envejece aparece el tallo leñoso y las hojas que van quedando secas por la forma en la que se agrupan, nos recuerda a una falda.

Produce flores que  aparecen en invierno al revés de casi todos los demás Aloes  son   tubulares, de color   anaranjado o rojo  y en  mucha cantidad;  los tallos florales  de este aloe  se ramifican  en un número entre 5 y 9, su forma recuerda a un candelabro.   

Mantenimiento

Terrenos un tanto pobres , sueltos, bien drenados.

Se cultivan a pleno sol, es conveniente ir eliminando las hojas viejas que quedan debajo de la roseta. También hay que eliminar los tallos florales secos.

No necesita abonados pero se le pueden dar en la época de crecimiento, de manera moderada.

El riego ha de ser más abundante en primavera y verano; en invierno no hace falta regar.  

Muy resistente al calor y a heladas moderadas sobre todo si está poco hidratado.

Multiplicación

Se multiplican por semillas y por los renuevos que aparecen por debajo.

Plagas y enfermedades

No suelen presentar problemas salvo las cochinillas o los hongos por exceso de humedad.

Curiosidades

Al igual que otros Aloes, su savia es muy usada para combatir muchos problemas, sobre todo se usa para tratar quemaduras.

Su apellido ferox se le adjudica por las “feroces” espinas.

En la medicina natural se emplea como laxante del intestino, contra el estreñimiento y por su poder cicatrizante, para quemaduras y heridas.