Abono foliar
Una manera de nutrir bien a las plantas es usar abonos foliares.
Estos abonos ayudan o complementan a los abonos sólidos o solubles y a los nutrientes que hay en el sustrato.
Se puede decir que hay dos “tipos “ de abonos foliares, el que podemos llamar abono de quelatos.
El abono de quelatos es de rápida absorción , suelen tener incluido un “nutriente especial, el ácido etilendiamino tetracíclico”, este permite volatizar el nutriente que se usa como base.
El otro tipo es el que está basado en las sales minerales “cloruros + nitratos + sulfatos” y es el adecuado si notamos que las plantas tienen alguna carencia. Es un abono más agresivo y que a la larga puede perjudicar el tejido de las hojas.
La manera de aplicarlos es sencilla, se diluyen en agua y se aplican sobre las hojas de las plantas .
Si las plantas son de exterior hay que aplicarlos en días en que no esta prevista la lluvia que al diluirlos en exceso haría que no fueran efectivos.
Hay que tener en cuenta que no se deben aplicar días de sol para evitar que el efecto de lupa de las pequeñas gotas provoquen quemaduras en las hojas.
El agua para diluir estos abonos ha de ser de la mejor calidad.
Lo recomendable es el agua de lluvia, recogida unos minutos después de haber comenzado y así nos garantizamos que el agua es más pura ya que al inicio se produce arrastre de las partículas contaminantes que hay en suspensión en el aire.
Se puede usar el agua de nuestros grifos. Lo aconsejable, al igual que para usarla como riego es que el agua lleve un par de días recogidas en un recipiente como un caldero para que el agua se airee dejando evaporar el cloro si la hay, tome la temperatura de la casa y si hay cal, que esta se decante en el fondo del recipiente.
En los viveros donde los cultivos se pueden considerar como intensivos, los abonos foliares son muy aconsejables.
Los abonos de hoy día no solo llevan los elementos “corrientes” nitrógeno, fósforo o potasio, llevan micorelementos como boro, cinz, hierro…, y llevan complejos aminoácidos que aportan a la planta estos productos que ellas no pueden producir.
Cuando aplicamos el abono a través de las hojas, las “partículas” penetran en el tejido por la cutícula y se transporta por la savia a los órganos de la planta.
Cuando compramos un abono foliar viene con unas instrucciones que hay que respetar ya que son el resultado de estudios en laboratorios con infinidad de pruebas para llegar a la formula y aplicación adecuada.
Por este motivo y gracias a la formulación de los abonos podemos escoger cual es más necesario para nuestras plantas o nuestros cultivos ya que hay “formulas” que favorecen la producción de hojas, otros la producción de flores o frutos, algunos el incremento de raíces o incluso ayudar a que las flores cuajen en mayor cantidad por lo que tendremos mas cantidad de frutos.
Cuando usamos algún tipo de tratamiento químico o en este caso abonados, es aconsejable usar algún tipo de máscara y guantes . Una vez terminada la aplicación hay que lavarse bien las zonas de piel expuestas al ambiente.